Viviendas vacías

El régimen franquista impulsó la propiedad privada de la vivienda como parte de su política económica y laboral. Como consecuencia de la etapa desarrollista hubo un "boom" de la construcción de viviendas baratas con fuertes subvenciones públicas y bajo el paraguas del régimen llamado de protección oficial (VPO). Pasados muchos años, estas fincas baratas y de poca calidad, muchas sin ascensor ni garaje, han pasado al "mercado libre" y se han convertido en objeto especulativo de propietarios y herederos.

Las fincas de muchos barrios "populares" construidas alrededor de la década de los sesenta del pasado siglo han servido para financiar también la burbuja inmobiliaria del siglo actual, bien vía alquileres desmesurados bien vía venta a especuladores, para seguidamente alquilar o para la reventa. En el caso del alquiler, preferiblemente para estudiantes o turistas.

La consecuencia es el momento en que vivimos, en el que es imposible encontrar vivienda asequible en cualquier ciudad grande, ya que el gobierno hubo de dejar el instrumento legal: la zona tensionada, en manos de las autonomías (V. La Transición y el diseño autonómico, en el Glosario) Y en este momento, gracias a una eficaz y exitosa campaña municipal y autonómica que centró sus esfuerzos en movilizar a la derecha y a los indecisos en contra del "sanchismo" tenemos unos gobiernos municipales y autonómicos que se resisten a poner en marcha la declaración de Zona Tensionada, aunque se cumplan los requisitos.

Una buena parte de los motivos que cita el artículo de El Economista se debe a la ineficiencia de nuestros políticos y a la ignorancia, cuando no abulia, de la población, que en lugar de buscar información y soluciones se deja engañar por información sesgada e interesada.

Los seguros contra impagos existen, aunque son poco conocidos y al haber poca información también hay poca competencia entre aseguradoras (lo cual permite abusos en los precios). Y las administraciones públicas podrían perfectamente habilitar créditos para emprender las reformas necesarias para poder sacar una vivienda vacía al mercado de alquiler.

En su lugar, están llegando "emprendedores" extranjeros o nacionales, a menudo con dinero de procedencia opaca, que compran viviendas vacías necesitadas de reforma, las acondicionan y revenden a precios inflados (propios de la segunda o tercera burbuja inmobiliaria que llevamos) o alquilan a precios igualmente inflados.

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