la vivienda como objeto de especulación

Se sabe desde hace años, pero NO PASA NADA. Ni el gobierno, ni las comunidades autónomas, ni los municipios quieren atajar el fenómeno.

En  Suiza los extranjeros no pueden adquirir más de una vivienda. Todos lo supimos gracias a que el emérito adquirió dos, pero una la tuvo que poner a nombre de una querida. 

En Viena el impuesto municipal sobre propiedades inmuebles grava la propiedad múltiple de viviendas de forma progresiva.

Aquí las autoridades han permitido que constructores, promotores, banqueros, inversores, abogados, etc. conviertan la vivienda en un activo financiero, es decir, objeto de inversión y especulación. Pero sólo quienes tienen un alto nivel adquisitivo se pueden permitir comprar viviendas baratas a tocateja y convertirlas en objetos de alta rentabilidad.